Me afecta. ¿Qué quieres que te diga? Me afecta que seas de esa manera. Tan especial. Me afecta que me guste tu mente, o tu forma de pensar. Me afecta que hables y me sienta reconocida en ti. Me afecta tu forma de vivir. Porque a veces es la mía, quizás. Me afecta verte sonreir. Me afecta creer en ti. Me afecta entender que me afecte. Me jodes. Y de que manera... Me jodes cuando me miras, cuando siento que del mundo me aislas. Me jodes cuando me escuchas, porque prestas atención, me gusta. Me jodes al besarme, porque creo morir en tus labios un segundo más tarde. Me jodes al abrazarme, porque me siento protegida, sensación no vivida. Me jodes sin más, por tenerte a mi lado será. Pero me gusta estar jodida. Lo llevo en la sangre, desde niña... Me gusta sentirme así. Tranquila de que estés aquí. No busco nada más. Tenerte a mi lado, quizás. De la manera en la que estamos también. Es importante, lo sé. Para mí, para ti, para los dos. Demasiados debates desde la razón. No dejes de existir para mi. Ya ti dije yo a ti que no. Sigue jodiendome, eso si. Sabes que va con mi forma de vivir. De sentir. De sufrir. De gozar. De morir. Morir cada dia un poco más. Morir de sensaciones, quizás. De debates internos. De inseguridad.
no soy un ejemplo a seguir.. pero me siguen.
26 de diciembre de 2011
25 de diciembre de 2011
Hace tiempo que voy dando tumbos. Hace tiempo que noto que me estoy chocando una y otra vez contra una pared, hace tiempo que sé que hay una puerta abierta ahí, en algún lado, pero me faltan el valor y las ganas para seguir adelante sin mirar atrás. Hace tiempo que siento que ya no soy esa persona que era contigo, hace tiempo que me cuesta sonreír. Hace tiempo que supe que todo esto iba a doler como un cuchillo en el corazón. Pero supongo que sabréis lo que pasa. No me gustan los analgésicos, ni las pastillas, ni los comprimidos, ni nada que no se parezca al remolino en su pelo y la oscuridad de sus ojos. Por eso voy de lado a lado de este callejón sin luz, dándome cuenta por las noches de que tengo que mirar al frente en vez de buscar desesperadamente un retrovisor y perdiendo la armadura por las mañanas desde que no me preguntas qué tal he dormido. Y lo peor es que no tiene salida, y lo peor es que por intentar conservarte no hago más que hacerme daño, no hago más que impedirme a mí misma avanzar. Y sí, también intento meterme en la cabeza eso de que hay que olvidar lo que uno siente y recordar lo que uno merece, pero cuanto más lo pienso más me hundo. A quien quiero mentir, sigues viva en mi. 2425.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)